12 ago 2012

Estambul, day one



Aquí comienza el relato del viaje que quedara gravado en mi mente y declara mi amor incondicional por Turquía.


Después de un vuelo lowcost con una aerolínea turca en el que fuimos con low expectativas de teaveller de Ryanair y que nos trataron como cuando volar era un lujo. Amanecimos listos para empaparnos de una ciudad mágica de la que tuvimos un impactante preview nocturno desde las colinas de Galata.

La mañana del Lunes cargamos energías con un full on breakfast en Kavhe 6 con delicioso çildir y menemen, por supuesto acompañado de un shai.


La estructura gramatical del turco en una frase en español


Paseamos por las empinadas calles del barrio de Galata, hasta desembocar en el barrio de Topane y el puerto de Karakoy. Dos zonas que sorprenden por la cantidad de comercio especializado en mecánica. Llegamos cuando aun estaba abierto el mercado de pescado. Montañas de  toda clase de animales marinos entre un sistema de canalización de agua marina compartida por todos los puestos.




Cruzando el puente de Karakoy te topas con la Mezquita del puerto. No se si es porque fue la primera o por que, pero recuerdo con especial singularidad la mezquita de Amanimonu. Pequeña en comparación con otras construidas por los sultanes pero con las proporciones adecuadas y la sencillez que la hacen una de mis favoritas.







De aquí caminamos hacia el mercado de las especias, din entrar en el ya que su visita estaba planeada para el día siguiente. Los mejores viajes son aquellos en los que no hay que ir de prisa y corriendo sino que te puedes tomar tu tiempo. Además, dentro de lo que es mi mala suerte enferme nada mas aterrizar con una infección de garganta que me aletargo este primer día de vista.

Tuvimos que descansar durante la hora de la comida y que mejor que una siesta en los jardines de la mezquita de Hagia Sophia y la Blue Mosque.



Mezquita Azul


Hagia Sophia


Pero invadidos por la intensidad de querer verlo todo en el primer día, entramos en las Yerebatan Sarnici. Las cisternas donde en epoca otomana se acumulaba el agua para la ciudad y que luego fue descubierta por los sultanes.







Para terminar el día nos sentamos en el patio de la Mezquita Azul, de donde es el boceto que aparece al principio del post. Definitivamente unas vacaciones son aquellas en las que te puedes permitir días así en los que contemplar, pasear y tomar contacto por primera vez con la ciudad.


Blue Mosque


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